Reyezuelo.
mar mediterráneo
Pequeño pez de no más de doce centímetros, con boca grande y ojos que los atraviesan dos rayas blancas horizontales bien definidas.
Tiene su cuerpo una coloración inconfundible, de color naranja intenso, en algunas ocasiones puede tornar al rojo bermellón. Tiene manchado de tonos más oscuros, la frente y sienes como si poseyera un antifaz.
Vive siempre en grutas y cavidades, donde permanece en la puerta, somo si de un vigilante se tratase, y en cuanto siente el peligro, busca las zonas más oscuras. Si somos pacientes, como peces curiosos, volverán a coger posiciones anteriores.
Son fáciles de fotografiar y si tenemos suerte podemos ver a los machos que tienen dentro de sus fauces las puestas de huevos, como en la primera fotografía. En alguna publicación se cita que pueden llegar a ser hasta veinte mil ejemplares.