La amenaza de la Jaiba Azul.
mar menor
Es un cangrejo de gran porte, super devorador y super depredador, proveniente de la costa este de América, trasladado a aguas mediterráneas por acciones de la globalización.
De adulto es de color verdoso en su parte superior y jaspeadas por el interior de sus patas de un color azul cían muy llamativo y con unas fuertes pinzas, capaz de romper cualquier concha de cualquier bivalvo.
Sus patas traseras, se puede observar en la segunda foto, son palmeadas y grandes con las que puede remar por aguas libres a una velocidad increíble.
Los ejemplares de alevines, en la tercera foto, toman el color pardo de los arenales donde, durante el día guardan pacientes bien enterrados la llegada de la noche, para poder alimentarse de todo lo que se mueve, y evitar ser comidos, ya que es la única forma de poder escapar.
Su exoesqueleto es muy fuerte, liso, sin vellosidades ni verrugosidades.
De adulto, su concha de cerca de veinticinco centímetros es ovalada, acaba en varios dientes en forma de sierra, acabadas en una púa muy puntiaguda que las hacen ser imposible que pueda ser devorada por cualquier otro animal, se observa con detalle en la última foto.
A no ser que sea sorprendido en un proceso de cambio de muda de su exoesqueleto, el cual será del todo vulnerable al ser su nuevo caparazón demasiado blando.
Es el nuevo problema que se dispersa por el Mar Menor, desde 2016 cuando entró, después de colonizar el Delta del Ebro, la Albufera de Valencia, la desembocadura del Segura y demás lagunas cercanas a la costa, ya que está arrasando con toda la fauna autóctona de los lugares.
El daño que está haciendo en el Mar Menor en concreto es muy grave, ya que en este frágil ecosistema no tiene ningún depredador.
Los estudios estomacales que se están haciendo con los ejemplares capturados, indican que su alimentación es muy variada, encontrando muchos y variados restos, desde bivalvos a otros crustáceos, peces e incluso Caballitos de Mar.
Lo más increíble es que es capaz de pescar sus presas por la velocidad de sus movimientos, como anguilas o incluso los rápidos gobios.
También es un problema constatado por sector pesquero, ya que la cantidad de ejemplares de Jaiba Azul capturados año a año se incrementa exponecialmente.
Aún el alto precio que adquiere en subasta de lonja, no compensa las pérdidas en los artes de pesca, ya que es capaz de destrozar los paños completos de redes, bien por cortes, bien por los enredos que proboca, como las últimas fotos de abajo.