Babosas y caracoles.
Forman la mayoría de los moluscos y son marinos pero también se encuentran en agua dulce y también muchos son terrestres.
Tienen concha, al menos siempre la tienen en estado embrionario que algunos conservan en estado adulto y otros no.
Su cabeza está bien desarrollada. Respiran por branquias o por pulmones en el caso de los terrestres.
Su pie es plano que al desplazarse, produce una mucosidad que usa para señalizar su posición.
En algunos casos, esta mucosidad es tan toxica que mata todo lo que toca.
En la laringe se sitúan las rádulas, que son los dientes con los que roe los alimentos y dan muchas veces la claves taxonómicas con las que se diferencian las especies.
Algunos gasterópodos tienen como dieta las células de las algas, otros se alimentan de cadáveres recién muertos y otros en descomposición, detritívoros.
Otros se alimentan de otros bivalvos y usan su trompa o probóscide para llegar a sitios difíciles, incluso hay especies, como los «conos» que inyectan con su dardo, un veneno mortal para los seres humanos.
A las larvas de los gasterópodos se les llama velíger y son generalmente pelágicas.
Las puestas de huevos se disponen agrupados pegados a las conchas, rocas o algas, encapsulados de distintas formas y pegados con gelatina o masa mucosa.