Son gasterópodos, babosas de mar sin concha, con las branquias fuera del cuerpo.

Son de multitud de colores muy llamativos y con formas sinuosas que recuerdan la colección completa de monstruos de dibujos animados japoneses.

Los colores indican la peligrosidad de ser devorados, ya que muchos de ellos poseen toxinas muy potentes que podrían matar al depredador.

A este fenómeno se le llama aposematismo.

Tienen el cuerpo simétrico, no segmentado, con una cabidad interior llamado celoma donde se sitúan los órganos sensoriales y un pie musculado con el que se desplaza.

Algunos tienen el cuerpo transparente que incluso se le pueden ver los órganos y otros incluso son capaces de emitir luz o ser fluorescentes.

Respiran por las branquias que tiene fuera de su cuerpo, normalmente en la parte trasera del cuerpo o a lo largo de todo él.

A los órganos sensoriales con forma de cuernos, que se sitúan en la parte delantera del cuerpo se le llaman rinóforos.

Hay más diversidad de ellos cuanto más cálidas sean sus aguas y se encuentran en todos los mares, siempre de aguas saladas.